La vuelta del fútbol en Mestalla, Crónica Valencia - Levante

Después de más de tres meses volvía el fútbol a Mestalla. El Valencia por fin jugaba en liga después de la tragedia del coronavirus. Eso sí, lo hacía con la grada vacía y con muchos protocolos de sanidad. Se enfrentaba contra un Levante que nunca en su historia había ganado al Valencia en Mestalla. 

El partido empezó sin ritmo, con pocas aproximaciones. Ambos equipos se respetaban y no corrían demasiados riesgos. Parecía que el tiempo de parón les había sumido a los dos en un letargo físico. El Valencia salía con una defensa atípica, ya que Garay y Paulista estaban lesionados y Mangala parece que no recupera la forma física y no está ni se le espera. Debutaba como titular el canterano Guillamón y lo hacía junto al cuestionado Diakhaby, que volvía a jugar después de sus dos penaltis contra el Atalanta en el partido de vuelta de Champions.

El Valencia intentaba penetrar por las bandas, sobre todo por la izquierda con un Gayá que se sumaba al ataque con mucho peligro. Pronto llegaron las ocasiones, primero Carlos Soler mandó el balón al larguero después de Aitor Fernández desviara el balón providencialmente. Y después Diakhaby remataba in extremis un balón que se estrellaba con el palo.

Con estas ocasiones nos fuimos al descanso. El partido necesitaba un punto más de intensidad, y parecía que el equipo que salía con más ganas era el Valencia, que proponía más ideas aunque sin una definición clara. El partido transcurría sin muchos incidentes hasta que en el minuto 73 Roger recibe la segunda tarjeta amarilla merecidísima por una entrada a destiempo. El Levante se quedaba con diez y el Valencia podía optar por hacer cambios más ofensivos, pero todos los cambios que hizo Celades fueron de hombre por hombre, sin sumar a más efectivos al ataque. No parecía ambicioso el entrenador del Valencia.

Hasta que por fin llega el gol del Valencia en una jugaba por banda, Gayá envía un centro mortal y Rodrigo la empuja a la red. Ëra el minuto 89 y parecía que el Valencia se había hecho con el encuentro. El árbitro añadió 5 minutos de descuento y el Valencia se echó atrás, no controló el balón en ningún momento y hacen varias faltas en la frontal muy peligrosas. Hasta que Diakhaby en el minuto 95 lo vuelve a hacer, penalti en el último suspiro tras la revisión en el VAR y el Levante no falla. Tablas en el marcador y al Valencia le queda la sensación de haber dejado escapar dos puntos que tenía en su bolsillo.

Teníamos ganas de que volviera el fútbol después de tanto tiempo, aunque olvidábamos que a veces nos deja un sabor amargo.

Federico Pérez Pérez

Twitter: @Mestallahabla

PSG - VALENCIA ¿Será posible vencer?

Es difícil, pero no imposible. Si fuera imposible nos quedaríamos en casa, no jugaríamos y nos rendiríamos antes de empezar. Pero son sólo dos goles. Si el Valencia muestra su mejor cara, si el Valencia saca su espíritu histórico y saca su rabia más luchadora debería imponerse en una de esas noches mágicas que hacen valencianismo.

Recordemos los partidazos de esos dos años en los que nos quedamos en las puertas de la Champions, que vuelva a nosotros el espíritu de Mendieta, del Piojo, de Carboni.

Soñar es gratis, ¿Y qué mejor ciudad para soñar que París?

¡Amunt!

Valencia 2 - Levante 2

Tal vez, como dice Valverde, todo ha sido fruto de la mala suerte. Los tacos de Mathieu no estaban en su sitio, el terreno estaba resbaladizo en ese momento, pero lo cierto es que hubo una jugada desafortunada que acabó con el buen partido que estaba haciendo el Valencia hasta el momento.

Pero no seamos ingenuos, suficiente hizo Mathieu jugando en una posición que no era la suya. Lo raro es que no pasaran más cosas, pero a Valverde le quedaba otra, necesitaba reposicionar a un jugador de la primera plantilla para cubrir las dos bajas o poner a un jugador de filial, con el riesgo de jugar a un ritmo inferior, con la presión de estar en el primer equipo y no era cuestión de arriesgar.

Pero la pregunta que nos hacemos los aficionados es: ¿Por qué un equipo de Champions como el Valencia no tiene, al menos, a dos jugadores por puesto? En un equipo de la categoría del Valencia deberían haber al menos cuatro o cinco jugadores que puedan actuar como centrales si quiere afrontar la temporada de Champions, Liga y Copa con garantías, no se puede confiar en que en algún momento de la temporada no haya dos bajas en ese puesto.

Por lo tanto, ni Valverde ni Mathieu tienen la culpa de lo que ha sucedido en Mestalla. Tal vez fue la providencia, pero no podemos arriesgar tanto reposicionando jugadores cuando haya bajas. En una plantilla bien planficada por Braulio y por Llorente no estaríamos recurriendo a chapuzas de última hora porque tendríamos jugadores de garantías para cubrir el puesto en caso de que haya alguna baja. Pero así es imposible competir en condiciones.

Que dejen vendernos desde la directiva del Valencia que tenemos un equipo competitivo cuando ni siquiera tenemos a cuatro centrales ni a dos interiores derechos auténticos. Los aficionados no somos estúpidos y las mentiras de Llorente ya nos empiezan a oler muy mal. Queremos a gente profesional dirigiendo la economía del Valencia y la planificación del equipo. Todavía estamos echando de menos a Topal, un jugador que podría haber jugado de central contra el Levante y tal vez, esa mínima diferencia, nos hubiese hecho conseguir los tres puntos.

¿Valencianizar el equipo?

Hace unos días el diario Superdeporte anunciaba en nuevo proyecto de Llorente. "Valencianizar el equipo". Parece ser una iniciativa populista ahora que el presidente está viviendo las horas más bajas en la entidad. De momento Valverde le está salvando el puesto, pero toda la presión que cae sobre el presidente parece insoportable. En un momento turbio en el que no se sabe bien si continuará, con el futuro del club en el aire, con la presión de los gritos grada en su nuca parece ser que quieren simpatizar con el público más chusco del graderío: esos que piden la valencianización del equipo para sentirse más identificados con su club.

Pero las consecuencias de una valencianización no tienen por qué repercutir en una mejora de la calidad de la plantilla. Todos sabemos que tener a un equipo más valenciano no tiene por qué ser sinónimo de calidad y que, a veces, vale más la pena tener a once negros nigerianos que se dejen la piel y corran en el campo que a once valencianos que no lo hagan.

Mal Llorente, que ya no sabe por dónde salir y ya no sabe por dónde ganarse al populacho para justificar su nefasta gestión en el Valencia. Ni aunque el Valencia se clasifique para Champions tendrá el puesto asegurado, todos sabremos que no habrá sido gracias a él.

Tiempo de reflexión

El equipo está sufriendo las consecuencias de haber sido eliminado de la Liga de Campeones. En Zaragoza no hubo partido. Salieron unos zombies a pasearse por el campo sin ninguna intención de jugar a nada. Estaba perdidos y agotados. Eran los restos de un equipo que todavía estaba moribundo tras el varapalo de Alemania.

Pero analizando la situación friamente tan sólo han sido dos golpes seguidos. Si comparásemos el fútbol con el boxeo podemos decir que el equipo ha estado peleando, dando buenos golpes, plantando cara, pero que ha recibido dos golpes que le han hecho caer en la lona.

Ahora la pregunta es: ¿Nos levantaremos? Estamos terceros. Estamos haciendo una gran temporada. No son números de campeón, pero la clasificación habla por sí sola. No hemos estado a la altura de los grandes pero estamos liderando la mal llamada "segunda liga". Nos pisan los talones, sí. Pero no hay motivos para creer que este Valencia no puede levantarse, seguir luchando y dando muchas alegrías a la afición valencianista. El mejor regalo que pueden hacer a la afición es volviendo a clasificarse directamente para la Liga de Campeones. Podemos soñar en esa competición como hemos soñado hasta ahora. Sabemos que la secretaría técnica está trabajando de forma muy escrupulosa. Sabemos que con unos refuerzos necesarios en la banda derecha, en el centro de la zaga y en la creación, podremos ser un equipo muchísimo más competitivo. Sabemos que podemos llegar más lejos todavía el año que viene. Unai lo sabe, por eso quiere trabajar y quedarse. Otra cosa es que lo consiga.

Y es que estas últimas diez jornadas marcarán el devenir del técnico. Es el momento de apoyarle al máximo. Nadie cree que lo vayan a destituir salvo resultados realmente apocalípticos que anticipen el final de su contrato. Pero el debate sobre la continuidad está abierto.

Estoy completamente seguro de que la secretaría técnica no ha adoptado todavía ninguna decisión. Estoy seguro que también están tanteando a entrenadores, por lo que pueda pasar. Pero la gran pregunta es ¿Emery está sancando la mejor versión de este Valencia? ¿Otro entrenador con los mismos jugadores lo podría hacer mejor? Yo pienso que no, salvo que haga algún milagro como el de Benitez, al que se le echa de menos, pero que dudo mucho que vuelva a Valencia. 

Si el Valencia logra clasificarse tercero no me cabe la menor duda de que Unai Emery será renovado. Es cuestión de lógica. Ahora bien, si de aquí a final de temporada esto se viene abajo no habrá Dios que lo salve y toda la afición pedirá su cabeza en bandeja de plata, cosa que un gran sector de Mestalla ya hace.

El año que viene van a venir muy buenos refuerzos. Se hará un proyecto todavía mucho más serio y se echarán de la plantilla a esos jugadores que aparte de no aportar nada al grupo lo enturbiaban (Chori, Miguel, Fernandes). También venderán a algunos jugadores de dudosa calidad como para estar jugando en el tercer equipo de España como Dealbert o Bruno, que por mucha voluntad que pongan, no dan para más.

Espera un gran año y un gran proyecto. No hay motivo para la desesperanza.

Valencia 0 - Barcelona 1

No pudo ser. Unai Emery todavía no conoce la victoria contra un equipo grande. Pero el Valencia puso en serios apuros al Barcelona, creó ocasiones, aguantó el resultado y le jugó de tú a tú.

Ahora el Valencia se complica, no ha podido ganar al mejor equipo del mundo, pero ha demostrado que está más que capacitado para quedar tercero en la liga, aunque el Villarreal tiene a tiro la tercera plaza. Lo bueno es que sabemos que este Valencia es superior al Shalke y que podemos seguir soñando con pasar la eliminatoria de Champions. Es nuestra obligación.

Athletic 1 - Valencia 2

El Valencia ha dado un paso de gigante tras ganar al  Athletic de Bilbao en la Catedral. Ha demostrado ser un equipo duro y luchador. El partido se puso muy difícil, pero por fin Unai Emery demuestra que somos capaces de remontar un resultado adverso en un campo muy difícil. Lo mejor ha sido ver el gol de Jonas, que se puede consagrar como ese delantero brasileño que esperábamos en la delantera. Esperemos que sea el primero de una larga lista.

Y ahora, sin casi tiempo de descansar nos espera el Barcelona. 

¿Será capaz Unai Emery de ganar por fin a un equipo superior?

Es la gran prueba de fuego de cara al próximo compromiso de Champions. Debemos ser capaces.